COMUNICACIÓN NO VIOLENTA:

¿ERES UN CHACAL O UNA JIRAFA?

comunicación no violenta

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La comunicación no violenta o CNV es una herramienta creada por Marshall Rosenberg. Se trata de una comunicación simétrica, asertiva y empática.

Además, establece una forma de relacionarse expresando honestamente las propias necesidades y emociones y escuchando las de las otras personas. Así, se pueden resolver conflictos sin violencia ni coacción.

Según la CNV, la mayoría de los conflictos entre individuos o grupos surgen de una comunicación inadecuada de sus necesidades. Y ello se debe al uso de un lenguaje coactivo o manipulativo, con el objetivo de inducir miedo, culpa, vergüenza…

La comunicación no violenta diferencia dos modelos de lenguaje: el chacal y la jirafa.

El chacal.

¿Cómo es el estilo de comunicación del chacal?

-Emite juicios y diagnósticos.

-Se guía por la dominancia, la exigencia y la competición.

-Encaja la realidad en compartimentos estáticos (correcto o equivocado).

-Creencia de merecer.

-Y usa el lenguaje de la crítica y la acusación.

La jirafa

¿Y el de la jirafa¿?

-Intenta ser objetiva.

-Tiene en cuenta los sentimientos y necesidades propias y de los demás.

-Se guía por la aceptación y la compasión.

-Recibe con empatía.

-Y se expresa con honestidad.

Los cuatro pasos para lograr una comunicación no violenta.

Si queremos conseguir un estilo de comunicación eficaz y empática, la CNV ns propone un sencillo método.

Y, la verdad, es que estos cuatro pasos nos recuerdan mucho a nuestro querido Nemo, del que os hablamos en nuestro último post y que siempre usamos en nuestras formaciones en empresas. 

A continuación, os mostramos los cuatro pasos de la CNV:

Observación de los hechos: Observa y describe la realidad sin juzgar, evaluar, comparar, suponer ni distorsionar lo ocurrido. Por ejemplo: veo que…, oigo que…, la situación es …

Identificación y expresión de las emociones: Identifica qué te ha hecho sentir la situación y transmíteselo a la otra persona o grupo implicado. Es importante tener un amplio vocabulario emocional para ser preciso. Por ejemplo: yo me siento…

Identificación de necesidades: Descubre qué necesidad hay tras esa emoción. Se debe distinguir la necesidad identificada de la estrategia para resolverla. Por ejemplo: me gustaría que…

Formulación de la petición: Haz una petición que sea razonable, concreta y negociable y formulada en términos positivos (pide lo que quieres, no lo que no quieres). Por ejemplo: ¿podrías…, ¿qué te parece si…

Y, por último, os proponemos un reto para este verano. ¿Os atrevéis a dejar a un lado a vuestro chacal interior y convertiros en jirafas?

Porque, como veis, con este método es más fácil de lo que parece.

Loreto Reyna Carrascosa (9/7/2018). Comunicación no violenta. Asociación ¿Hacemos las paces?

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