Hay diferencias importantes que hacen de la mediación una sistema único para resolver los problemas que se nos presentan a diario.

Esta última semana he tenido la oportunidad de darme cuenta de que la mediación sigue siendo una gran desconocida. Hay personas que teniendo que resolver un problema se acercan a ella sin saber muy bien qué es y si les va a servir para algo.

Si lo que buscas es que un tercero resuelva, por ejemplo, una discrepancia en la interpretación de un testamento, la mediación no será la vía más adecuada.  La mediación tiene diferencias con otros sistemas  como el arbitraje o un procedimiento judicial. En estos dos últimos, hay un tercero que va a decidir sobre lo que se le plantea. Cada una de las partes expondrá lo que pide y lo documentará y el tercero resolverá lo que debe hacerse. En estos procedimientos se juega con el oficio y la pericia del asesor, con las pruebas que existan, etc. En la mediación son los interesados  los que plantean las cuestiones que les preocupan. Se ponen sobre la mesa las diferencias y se buscan fórmulas para solucionarlos. El mediador  facilita el diálogo, tendiendo puentes de comunicación, para que los propios implicados encuentren una solución satisfactoria.

diferencias

Diferencias

Si buscas asesoramiento tampoco lo vas a encontrar en la mediación. Las diferencias entre un mediador y un abogado o asesor son muy claras.  Estos últimos tienen como función aconsejar y defender a sus clientes. Buscan las estrategias para procurar ganar el pleito o  tomar el camino más adecuado para conseguir los objetivos deseados. Los mediadores no pueden asesorar ni aconsejar ya que la fuerza que tienen es el mantenerse neutrales y ser imparciales. Sólo de esta forma pueden llevar a cabo el cometido que los intervinientes en la mediación le han encomendado. En este sentido, resulta muy interesante el artículo que aquí os recomiendo, mediante  el link, sobre el papel de mediador/abogado.

Hay otras diferencias que también son importantes en la mediación.

Quiero también señalar otras dos diferencias que creo que hacen a la mediación única. Por un lado, la voluntariedad es un pilar esencial. Permite que las partes inicien y se mantengan a lo largo de la mediación porque quieren estar en ella. Porque son capaces de buscar por ellos mismos soluciones a las diferencias que les separan. Tienen que tener voluntad  de hablar, de escuchar y de entender, que no compartir, las inquietudes de la persona con la que están en conflicto. Deben tener la convicción de que alcanzar una solución consensuada, a la medida de sus sentimientos e intereses, será mejor que la decisión impuesta por un tercero.

Por otro lado, la confidencialidad es el otro elemento diferencial. Permite a las partes hablar espontáneamente , sin miedo a que lo que digan vaya a trascender más allá de la mediación. Poder hablar sin «meter la pata», con libertad, sin un discurso predeterminado, facilita la comunicación y el entendimiento. Cuantas veces hemos oído en sesiones de mediación a uno de los intervinientes decir: «ahora me explico por qué decías o hacías esto…» Es un terreno abonado para que produzcan sus frutos la comunicación asertiva y la empatía que permita comprender la perspectiva del otro. Aquí desaparece la rigidez del proceso judicial o arbitral. Carece de sentido intentar que un hecho o prueba no salga a relucir o se intenta tergiversar su recto sentido.

Estas son algunas de las claves que ayudan a entender la mediación y a diferenciarla de otras posibles vías de solución.

Carmen Iborra Grau (16/06/2017).  Diferencias de la mediación. Asociación ¿Hacemos las paces?

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