Hoy he amanecido con esta reflexión… paz o razón?
Muchas no, muchísimas veces nos encontramos ante la tesitura de escoger entre estas dos opciones. Tener paz o tener la razón.
¿Somos de los que preferimos pase lo que pase que nos den la razón?, ¿o por el contrario preferimos tener paz y no discutir?
Yo siempre he sido claramente de las primeras. ¡Qué agotador!
Llevo ya un tiempo trabajando en intentar dejar que la paz gane, porque tengo claro que es mucho mejor opción. Pero ¡qué fuerza tiene la genética!. No es nada fácil.
Es cierto que optar siempre por la paz y no discutir tampoco es la mejor solución. De esa forma habría muchas cosas que no conseguiríamos. Pero como en todo, hay que buscar el equilibrio.
Lo ideal sería pararte a pensar si esa lucha merece la pena. ¿Necesitas ganar algo?. En la mayoría de las ocasiones, ni siquiera hay nada que ganar. Y esas son las batallas que yo creo no merecen la pena. Sólo para desgastarte y para desgastar la amistad o la relación que tengas con la otra persona.
Ahí hay que elegir tener paz, sin duda.
- El súper no abre los domingos
- Sí, hace unos meses que ya abre por las mañanas.
- Pues yo pasé ayer por la puerta a media mañana y estaba cerrado.
- No te fijarías bien.
- Sí, sí. Me fije porque quería comprar pan.
- Me extraña. Abren seguro porque me comentó que necesitaban darle un empujón a los ingresos con esto del COVID.
Y así podríamos seguir con una conversación sin ningún sentido, pero que en ocasiones puede quemar una relación, o estropear un estado de ánimo.
Yo, como buena navarra, soy especialista en ellas. Y es que es verdad que
¡siempre tengo razón! 😉
A lo mejor no siempre, pero casi siempre…
La pega es, que la razón da poca paz. Más bien te la quita. Por no hablar de que las personas de tu alrededor pueden acabar agotadas.
Así que os propongo que, si sois de los míos, cuando entréis en una de estas conversaciones, os paréis. Pensar unos segundos si ganáis algo al llevaros la razón. Y si la respuesta es que no, dejar esa batalla en favor de la paz y la tranquilidad.
En la conversación que veíamos bastaría con responder: “Estaría abierto y no me di cuenta”. No es tan grave, ¿no?
Luego ya si quieres, cuando vayas al súper, preguntas para tu tranquilidad si abren o no los domingos.
La mediación te enseña un poco a distinguir en qué punto hay que dejar el orgullo a un lado para ganar otras cosas.
Si queréis saber más podéis pinchar aquí.
A ver si somos capaces de ganar un poco de paz en nuestra vida. Que al final es lo que da la verdadera felicidad.
Isabel Zarraluqui López (11-08-2020). “¿Eliges tener paz o tener la razón?”. Asociación ¿Hacemos las paces?